jueves, 22 de noviembre de 2007





Un día de trabajo cualquiera. O bueno, quizá no tan cualquiera. Me subí con Iñigo en el Serie 1 y tras unas llamadas por el móvil y dejarlo todo cogido con alfileres, sacamos el tiempo justo para abrir una nueva vía en el cañón de pajaroncillo.
Este pequeño cañón, a camino entre Cuenca y Teruel es un pequeño reducto de rocas areniscas, que forman unas formaciones curiosas para ser eskaladas.
Todo quedó en una preciosa vía que bautizamos como "Éveri" 6a+/A1, 90m.
La verdad es que no todos los dias tiene uno el placer de subirse a una aguja a la que no se haya subido nunca nadie, una sensacion especial se siente que se diferencia de otras aperturas ya realizadas.
Con todo ya hecho y bajando a la hora de comer, (como dios manda) nos agasajamos con una buena comida conquense y unas buenas cervezas para celebrar la ascensión.
Ya por la tarde de camino para Madrid, todo parece volver a la rutina y quizá parece un día más de trabajo, pero por dentro queda algo que te recuerda que dias de trabajo como estos no hay muchos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola. Podrías dar algún dato del equipamiento y la dificultad.???paso por la carretera con frecuencia y siempre pienso en escalarlar esta aguja. Por visualidad he dado con to bblog. Gracias